Todos habréis visto los contenedores verdes (para el vidrio), los azules (para el papel y cartón) o los amarillos, empleados para los envases.
Pero, ¿sabéis para qué sirve y habéis visto alguna vez el contenedor marrón?
Éste ha sido el último en llegar y se utiliza para reciclar los bio-residuos, o basura orgánica generada en la cocina o en el jardín.
La materia orgánica supone el 40% de los residuos totales producidos, de ahí la importancia de tratarla de forma adecuada para evitar su impacto en nuestro entorno.
En España sólo ha visto la luz en Comunidades como Navarra, País Vasco, Murcia y Valladolid.
Estos residuos van a parar o bien a las plantas de biometanización, donde se obtiene biogás, o se utiliza para realizar compostaje.
Aunque generalmente es de color marrón, la elección del color depende de cada municipio.
Poco a poco se irá haciendo más visible en distintos puntos del país, ya que son muchas las ventajas que ofrece:
– Reduce la cantidad de basura orgánica que llega a los vertederos.
– Disminuye las emisiones de dióxido de Carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero
– Produce energía renovable
– Evita la contaminación de suelos, cauces y acuíferos.